La iglesia está situada frente a la Mezquita azul en el distrito del Sultan Ahmet. Santa Sofía fue construida alrededor de 360 D.C. por el emperador Constantino y fue destruida por dos incendios. Fue reconstruida en 530 D.C. por el emperador Justiniano.
Después que los Turcos asumieron el control de Constantinopla en 1453 D.C., transformaron Santa Sofía en una mezquita y fueron agregadas a él cuatro torres llamadas de minaretes (torres altas y finas cerca de la iglesia). Rehabilitaron Santa Sofía varias veces debido a daños causado por una serie de terremotos.
La disposición y la decoración son típicas de una iglesia del período Bizantino, es una composición esquemática de un elemento central con elementos agrupados alrededor del mismo estructurados linealmente, esta organización se manifiesta extrovertida.
Basada principalmente en la proximidad de sus elementos constituyentes, se caracteriza por la tensión visual generada a partir de la unión de sus elementos que no son geométricos ni rígidos, sino flexibles y completamente abiertos al cambio o transformación.
Santa Sofía actualmente no es ni una iglesia ni una mezquita sino un museo. Dentro del museo, puede observar la influencia de las religiones y de las culturas católicas e islámicas en sus decoraciones y frescos.
Un grupo de islámicos religiosos desea convertir Santa Sofía de nuevo en una mezquita, pero hay mucha resistencia a esta idea.
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